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NUESTRA HISTORIA

     El Colegio Particular “Santa María Eufrasia”, tiene su origen en la Congregación del Buen Pastor, en Francia por  Santa María Eufrasia Pelletier, quien al  fundar en Angers una Casa Generalicia con el objeto de extender la presencia y acción de Jesús Buen Pastor por el mundo entero, había logrado al morir dejar establecidas 110 Comunidades repartidas en los cinco continentes, para ofrecer educación a las niñas, jóvenes y para atender a las personas heridas por la marginación social.
     El 31 de Julio del año 1998, se celebró el BICENTENARIO DEL NACIMIENTO DE SANTA MARIA EUFRASIA PELLETIER,  su espíritu se mantiene lozano en el seno  de la iglesia; cuenta actualmente  con 598 Comunidades Religiosas y con  5,054 Hermanas que llevan el Amor Misericordioso por todos los confines del mundo.

     El año de 1870, a solicitud de las autoridades civiles y eclesiásticas del Perú, llega un grupo selecto de Religiosas Canadienses del Buen Pastor, para ofrecer los servicios congregacionales a la sociedad nacional.

     A su llegada pone en marcha dos obras:

  • Un pequeño Centro de Aprendizaje de Idiomas, y

  • Una Escuela Técnica

 

     Inicialmente, comparten con las Religiosas del Sagrado Corazón, un local próximo a  la Iglesia de San Pedro. El crecimiento de las Obras es rápido y el 1º de Agosto del mismo año, el Centro de Aprendizaje de Idiomas, sirve de base a la fundación del Colegio Particular  Santa María Eufrasia  cuya primera Superiora fue la Hermana María Domitila Larose; ella tras 25 años de permanencia en el Perú, fue nombrada, Provincial de Francia, y posteriormente, Superiora General de la Congregación.

     El Colegio fue reconocido oficialmente por el Colegio Nacional de Enseñanza Primaria y la Junta Departamental de Educación, el año 1873, y por el Consejo Nacional de Enseñanza Secundaria, el 11 de Marzo de 1926.

     El 22 de Diciembre de 1928, se da inicio al cambio de local; a una propiedad de Magdalena del Mar (Tacna 360), se acelera en la medida de lo posible la construcción y adaptación, tanto para el Colegio como para la Escuela Técnica y la Capilla dedicada a la Natividad de la Santísima Niña María.

     Buscando siempre lo más conveniente para la formación  de las niñas aceptamos la propuesta del Ministro de Educación, el General Juan Mendoza en el Gobierno del General Odría acerca de la transformación de la Escuela Técnica en “Instituto Industrial”, subvencionado por el Gobierno;  y parte del Colegio se transformaría en Instituto Comercial, donde las alumnas obtendrían título de Contadores Mercantiles. La otra parte del Colegio Santa María Eufrasia continúa como Colegio Particular.

     En 1955, habiéndose creado la Gran Unidad Miguel Grau, el gobierno, concluido el  Contrato, asigna a la nueva Unidad Escolar, las secciones de Educación Técnica  e Industrial que funcionaban en nuestro Colegio.

En 1962 fundamos en el mismo local de Magdalena, la Escuela Normal “Santa María Eufrasia”, donde muchos jóvenes cimentaron su vocación de “Educadoras Cristianas”, hasta el 1973 en que el Gobierno decreta el cierre de las Escuelas Normales Particulares y la fusión de las Escuelas Normales Estatales.

     En 1967, el  notable incremento del alumnado y el normal deterioro del local de Magdalena, hace pensar a la Congregación en la necesidad de un ambiente más apropiado y seguro para las alumnas.

En Diciembre de 1970, se da inicio a la construcción del nuevo local, en Monterrico, con la bendición de una bella  imagen de la Inmaculada de Murillo. El terreno aún no estaba urbanizado.

     En 1972, empieza el traslado con algunas secciones, hasta que en aras de la fe y el indesmayable esfuerzo, fueron congregándose en las Aulas de su Colegio nuevo, todas las secciones de Primaria y Secundaria y el área de Administración. En 1980 se consagró su pequeña Capilla de corte moderno.  

     El Colegio Santa María Eufrasia, goza en general de un excelente clima; todos sus miembros cultivamos la salud Psico – Física, espiritual, el amor a la vida y el equilibrio social.

     Los grandes árboles y jardines bien cuidados, así como el orden general serenan y pacifican el espíritu y regalan aire puro, respirable.

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